El proyecto correspondiente, con un presupuesto aprobado de 2,89 billones de wones (USD2.560 millones), se pondrá en marcha en 2022 y podría completarse hacia 2035. Según la DAPA, busca desarrollar a partir de las tecnologías nacionales un sistema de interceptación que mejoraría las capacidades de respuesta a las amenazas de artillería enemiga de largo alcance, en particular, para proteger las instalaciones vitales e infraestructuras militares y de seguridad.
La futura Cúpula de Hierro surcoreana podrá "detectar, identificar y destruir amenazas entrantes, como misiles de corto alcance, proyectiles de artillería y aparatos aéreos no tripulados".
Corea del Norte mantiene unas 1.000 piezas de artillería emplazadas a lo largo de la línea de demarcación militar que la separa del Sur, entre ellas lanzacohetes múltiples de 240 milímetros que apuntan directamente a Seúl y otras ciudades. Durante los últimos años, Pyongyang también ha estado trabajando en el desarrollo de nuevos tipos de lanzaderas y misiles balísticos de corto alcance.