El caso fue transferido a la dirección contra el extremismo y el terrorismo.
"La investigación ha sido derivada a ese departamento porque es alta la posibilidad de que el delito tuviera motivaciones islamistas", indicaron las dos instituciones en un comunicado conjunto.
De acuerdo con el texto, el somalí gritó dos veces "Alá es grande" durante el ataque y habló de la guerra santa en el hospital en el que fue ingresado por la herida de bala que recibió antes de ser detenido.
El sospechoso de 24 años padecía de trastornos mentales, y la unidad antiterrorista debe determinar ahora si era consciente de sus actos en el momento de la agresión.
Los investigadores confirmaron que no encontraron material extremista en los dos teléfonos hallados en la vivienda del somalí.
El 28 de junio otro ataque con cuchillo sacudió a Alemania. Esta vez los hechos se produjeron en la ciudad de Erfurt (centro). Según los datos de las autoridades, un hombre pelirrojo de entre 20 y 30 años acuchilló a dos transeúntes y huyó del lugar.