La idea es "vender el control de la compañía integralmente, en el formato de una subasta tradicional", según explicó Mac Cord al diario O Globo.
A diferencia de otras privatizaciones, en que se emiten acciones para que el Estado deje de ser el accionista mayoritario pero aún así conserva una parte, en este caso se pretende vender la empresa entera.
El comprador (una única empresa) se llevará los activos y los pasivos de Correos, que según una estimación del Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES) son de 13.000 y 14.000 millones de reales (2.500 y 2.700 millones de dólares), respectivamente.
La semana que viene se votará en la Cámara de Diputados el proyecto de ley para privatizar Correos, un paso fundamental para que el Gobierno pueda cumplir con su objetivo de vender la empresa como muy tarde en marzo de 2022.
La otra gran empresa estatal que el Gobierno quiere privatizar, Eletrobras, ya obtuvo el aval del Congreso Nacional, y si se cumplen las previsiones se entregará a la iniciativa privada en el primer trimestre del próximo año.