"Los talibanes pueden llegar a un acuerdo con los iraníes en la frontera, y si no lo logran, se pueden esperar conflictos locales en la frontera con Irán. El talibán es un dolor de cabeza para Irán", dijo Asatrián.
El experto destacó que Irán sigue viendo a los talibanes como enemigos dado sus lazos con Pakistán.
"Ciertos grupos de los talibanes cooperan con Irán (...) para no causar daño uno al otro. Aquí es un juego difícil", agregó.
A medida que continúa la retirada de las tropas de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, que han mantenido una importante presencia militar en Afganistán a lo largo de las dos últimas décadas, los talibanes amplían su ofensiva contra las fuerzas gubernamentales y van conquistando nuevos terrenos.
El presidente de EEUU, Joe Biden, reconoció el 9 de julio que "los talibanes están en su momento más fuerte militarmente desde 2001". También anunció que la retirada de las fuerzas estadounidenses desde Afganistán, que comenzó en mayo pasado, culminará antes del 31 de agosto.
Este 9 de julio se supo que los talibanes se apoderaron de dos ciudades fronterizas en la provincia noroccidental de Herat: Islam Qala y Torghundi, consideradas como principales vías de acceso comercial a Irán y Turkmenistán, respectivamente. La ofensiva insurgente en el noreste provocó la huida de al menos 1.500 militares afganos a Tayikistán, en cuyo territorio Rusia mantiene una importante base militar y con el que mantiene una relación de aliados en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
La lista de organizaciones proscritas en Rusia por terroristas incluye al movimiento talibán, que se autodenomina Emirato Islámico de Afganistán.