"Nuestras autoridades y agencias relevantes están en estrecha cooperación y diálogo con las autoridades estadounidenses, por lo que espero que algún día se logren avances", dijo Mercan. "Por supuesto, queremos que Fethullah Gulen [FETO] y sus discípulos sean extraditados a Turquía (...) porque Turquía y Estados Unidos son aliados".
El gobierno turco define el movimiento islámico transnacional de Fethullah Gulen como FETO, que es el acrónimo de Fethullah Gulen Terrorist Organisation.
Las autoridades turcas responsabilizan a Gulen y sus partidarios de la intentona golpista la noche del 15 al 16 de julio de 2016. Después de aquel golpe de Estado fallido fueron detenidas más de 80.000 personas y despedidos unos 150.000 empleados públicos, incluidos militares.
El propio Gulen –autoexiliado en EEUU y cuya extradición exige Turquía– condenó la intentona golpista y niega las acusaciones de Ankara.