Según un comunicado de prensa, el ente acusador colombiano, en un operativo conjunto con la Policía y la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA), "desarticuló una red narcotraficante, cuyo cabecilla sería un ciudadano de Albania", y realizó las capturas de cuatro de sus colaboradores, en las ciudades de Montería (noroccidente), y Santander de Quilichao, Tuluá y Cali (suroccidente).
El extranjero, Agim Cerma (alias Jimmy), "sería el principal articulador de la actividad criminal", agregó el documento.
Cerma se encargaba de recibir giros desde Europa para comprar la cocaína colombiana y, posteriormente, "garantizar el envío" en "vuelos chárter que salían del Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón, de la ciudad de Palmira", añadió.
Para garantizar la operación ilegal, los detenidos tenían relaciones con el narcotraficante Clan del Golfo, que actúa en el noroccidente colombiano, y disidencias de la extinta guerrilla FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), con presencia en el suroccidente.
Igualmente, sostenían pactos con "controladores aéreos y personal de vigilancia aeronáutica para que les permitieran sacar los cargamentos", afirmó la Fiscalía.
Los colombianos aprehendidos fueron identificados como William Cruz, Pedro Penagos, Jairo Cardona y Edwin Montilla. Todos, junto con Cerma, fueron pedidos en extradición por Estados Unidos, aseveró el texto.
En la misma operación, las autoridades incautaron al menos 300 kilogramos de cocaína, así como 2.000 millones de pesos colombianos (524.000 dólares).
Colombia es el mayor productor mundial de cocaína, de acuerdo con la ONU.