Según esta estadística, que abarca desde el 1 de enero hasta el pasado 11 de julio, en ese periodo se produjeron este año 4.661 fuegos —tanto conatos, que afectan a menos de una hectárea; como incendios, que superan esa extensión—; mientras que en 2020, el balance total fue de 3.607.
Hay que tener en cuenta que la inactividad condicionada por el estricto confinamiento de la primavera pasada en España condicionó estos datos, porque la media de la década está en 5.878 incendios para el mismo periodo.
Los incendios son uno de los principales problemas medioambientales de cada verano en el país, en el que la mezcla de altas temperaturas, bosque seco y la imprudencia de excursionistas, en unas ocasiones; o la acción de pirómanos, en otras; hace que se quemen grandes extensiones de terreno.
En la jornada de este 22 de julio, el Ministerio de Transición Ecológica informa que hay activos tres siniestros de importancia en el territorio español, en las provincias de Jaén, Ávila y Navarra.
Este último, en la zona de las Bardenas, afectó a territorios de alto valor ecológico y fue ya controlado, aunque no extinguido. Afectó según los últimos balances a unas 700 hectáreas de terreno.