Aunque esta noticia podría ser un hito para gran parte de la población del país, no hay suficientes voluntarios. Así lo ha corroborado uno de los capitanes del ensayo en el país ibérico, el jefe de Enfermedades infecciosas del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Vicente Estrada, en declaraciones a la cadena pública RTVE.
"Hace falta gente. Es un trabajo contra reloj y requiere una cierta rapidez porque interesa que esté representado de manera global. España tiene un papel destacable y muy relevante en cuanto al número de participantes".
Tal y como narra Estrada, se han presentado bastantes personas como voluntarios, pero muchas se echan para atrás cuando les informan que la mitad recibirán placebo o que podrían dar positivo en un test de VIH. Sea como fuere, España debe tener cubierta la cuota de 250 voluntarios para el mes de septiembre, es decir, para dentro de un mes.
Para participar en el estudio, los voluntarios deben contar con una serie de requisitos:
Tener entre 18 y 60 años.
Ser hombre o persona trans que practique sexo con hombres o personas trans.
Ser VIH negativo.
No usar PrEP (profilaxis prexposición), la pastilla diaria que evita el contagio.
Las vacunas del proyecto Mosaico se han diseñado por Janssen (la farmacéutica de Johnson & Johnson) y constan de cuatro dosis repartidas en doce meses. Se trata de una vacuna preventiva, es decir, busca evitar que personas VIH negativas adquieran el virus. El objetivo es generar respuestas inmunes contra la mayoría de cepas del VIH-1 que circulan a nivel mundial y conseguir que sea eficaz a nivel global. Según las estimaciones del doctor, se espera que para finales del 2023 o durante 2024 comience su comercialización.