"Acordaron, entre otras cosas, el retorno al orden institucional y democrático, la mejora de las condiciones de vida de la población, el establecimiento y mantenimiento de un clima de seguridad y paz, propicio para la organización de elecciones libres, justas, inclusivas y democráticas", se lee en el comunicado emitido por la oficina gubernamental.
El texto agrega que la nueva administración tiene la intención de renovar lo antes posible el proceso de los sufragios para dotar al país de un personal político "legítimamente electo".
Tras el asesinato del mandatario Jovenel Moise el 7 de julio, una coalición de partidos propuso al líder del Senado, Joseph Lambert, como presidente provisional, secundado por Ariel Henry en el cargo de primer ministro.
Pero días después Henry y el hasta entonces jefe de Gobierno, Claude Joseph, llegaron a un acuerdo y el neurocirujano se juramentó en el cargo el 20 de julio.
Los partidos que apoyaron el binomio Lambert-Henry, entre ellos el gobernante Tet Kale (derecha) criticaron la administración del nuevo primer ministro y abogan por un ejecutivo "bicéfalo".
Otras plataformas como el Sector Democrático y Popular (centro) o el partido Fanmi Lavalas (izquierda) se desmarcaron del proceso electoral e indicaron que el país no tiene condiciones para celebrar sufragios justos y transparentes.
La pugna por el poder amenaza la precaria estabilidad nacional tras el magnicidio y augura otro ciclo de crisis política.