"Es una buena noticia en la lucha contra la epidemia, ya que la extensión del pase será fundamental para combatir la cuarta ola de la epidemia", dijo Attal a la cadena BFMTV, al comentar la decisión del Consejo Constitucional.
La víspera, el Consejo Constitucional aprobó la ampliación del pase sanitario, que hace necesaria la vacunación o una prueba negativa de coronavirus para entrar en las cafeterías y en los centros comerciales.
Attal confirmó que el pase sanitario entrará en vigor a partir del 9 de agosto.
"A nivel nacional llevamos varios días observando una especie de meseta, pero esta meseta es de elevadas proporciones y hoy en día no hay un descenso estable [de los contagios]", resaltó.
Según el portavoz, la epidemia sigue expandiéndose rápidamente por todo el territorio francés.
El Ministerio de Sanidad informó que está completamente vacunado el 53% de la población francesa (35.738.643 personas) y recibió la primera dosis el 63,6% de la población (42.895.720 franceses).
El certificado COVID digital, que entró en vigor el 1 de julio, confirma que una persona se ha vacunado contra coronavirus, ha superado la infección o dio negativo a un test PCR.
Desde el 21 julio, el documento es obligatorio en Francia para poder acceder a los museos, teatros, parques de atracciones, festivales y eventos culturales de más de 50 personas.
El 12 de julio, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que a partir de agosto en el país sería obligatorio presentar el pase sanitario en los hospitales, restaurantes, centros comerciales y en algunos medios de transporte.
Además, informó de los planes de imponer la vacunación anti-COVID obligatoria para el personal sanitario antes del 15 de septiembre, a partir de esa fecha se realizarán inspecciones y se aplicarán sanciones.
Las nuevas medidas anti-COVID fueron acogidas con diversas reacciones en la sociedad francesa, con masivas protestas contra las iniciativas en varias ciudades galas, incluida París.