Los aparatos fueron trasladados a Grecia en un avión de carga pesado Antonov An-124.
Más temprano aterrizaron en el aeropuerto de Atenas dos aviones rusos Ilyushin IL-76 que también forman parte de la ayuda de Moscú para extinguir el fuego.
Con el envío de estos equipos, Rusia respondió a la petición de socorro del Gobierno griego.
Los grandes incendios forestales arrasan miles de hectáreas en Grecia desde principios de agosto. Las zonas más afectada son la región de Ática, la isla de Eubea y la península del Peloponeso.
En las labores de extinción participa un avión anfibio ruso Be-200 capaz de cargar hasta 12 toneladas de agua desde cualquier fuente.