La Casa Blanca había condenado la retirada del embajador chino de Lituania después de que este pequeño país situado a orillas del mar Báltico permitiera a Taiwán abrir una Oficina de Representación violando el principio de "una sola China".
"Estados Unidos no tiene derecho a dar indicaciones y hacer declaraciones irresponsables", señaló Qin en un comunicado.
El embajador chino en Washington llamó al Gobierno de Biden a cumplir los acuerdos y atenerse al principio de "una sola China".
Qin enfatizó que su país nunca tolerará que se amenace su soberanía e integridad territorial. "Cualquier intento de dividir a China está condenado al fracaso", subrayó.
El pasado 20 de julio trascendió que Taiwán abriría una Oficina de Representación en Lituania, la primera misión con este nombre en Europa en casi dos décadas. China, de hecho, permite que las delegaciones de Taiwán en el extranjero lleven solo el nombre de Oficina Comercial.
El viraje lituano se produjo después de la reunión que Biden sostuvo con el presidente de ese país, Gitanas Nauseda, en la cumbre de la OTAN celebrada a mediados de junio en la que ambos líderes se comprometieron a lidiar juntos con los desafíos que plantea Pekín.
Las relaciones oficiales entre China y Taiwán quedaron suspendidas en 1949 después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a la isla.
Los contactos informales entre Taiwán y la China continental se reanudaron a finales de la década de 1980.
La política fundamental del Gobierno chino respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio "un país dos sistemas".