"Queremos establecer un gobierno que incluya a todas las partes", dijo Mujahid en su primera comparecencia ante la prensa, citado por la cadena de televisión afgana Tolo News.
El portavoz del movimiento apuntó que ese nuevo gobierno "va a decidir sobre las leyes del pueblo".
"De esto se va a encargar el futuro gobierno con participación de todo el pueblo (...) en realidad estamos trabajando en formar el gobierno, les aseguro", señaló.
Al referirse al futuro de la población femenina en Afganistán, Mujahid aseveró que "el movimiento talibán aprecia el papel de las mujeres en la sociedad y confía en que jugarán su rol en la construcción del país".
"El Emirato Islámico [nombre oficial del talibán] se compromete a ofrecer a las mujeres todos los derechos estipulados por la sharía y la ley", afirmó.
El portavoz de los talibanes prometió que el pueblo afgano, dirigido por la organización, "presenciará unos cambios positivos en su vida cotidiana".
El movimiento talibán aseguró que no busca ajustar cuentas con nadie y declaró una amnistía general.
"El movimiento talibán no desea ajustar cuentas con sus rivales, se declara una amnistía", dijo el portavoz talibán Zabiullah Mujahid.
El portavoz también abordó el tema de la libertad de prensa.
"Les aseguro que vamos a mantenernos en contacto en los medios de comunicación que trabajarán libremente", afirmó el portavoz.
Mujahid declaró que se garantizará la seguridad de todas las misiones diplomáticas y organizaciones internacionales en Afganistán.
"Los territorios donde se ubican las embajadas estarán completamente a salvo", dijo en una rueda de prensa transmitida por la cadena Аl Jazeera.
Subrayó que la seguridad de misiones diplomáticas, organismos internacionales, agencias humanitarias "está garantizada".
El portavoz del talibán indicó que el movimiento también va a garantizar la seguridad de todos los afganos que trabajaron con EEUU y sus aliados y les pidió que no abandonen el país.
"Teniendo en cuenta sus talentos y habilidades, no queremos que se vayan del país, queremos que sirvan a su patria", afirmó.
Señaló que el talibán se compromete a respetar las creencias religiosas y los valores espirituales de todos los afganos.
Además, Mujahid aseguró que el territorio de Afganistán no se utilizará para la lucha contra ninguna parte y reafirmó la política de "unas buenas relaciones con los Estados vecinos y otros países" a fin de "restaurar la economía, garantizar la prosperidad y superar la crisis actual".
En este contexto el portavoz precisó que los talibanes buscan prevenir el contrabando de armas a Afganistán y registrar las que ya se encuentran en el país, y, además, planean convertir Afganistán en "un Estado libre de drogas".
"Afganistán no producirá ningún tipo de drogas (...). A partir de este momento Afganistán será un Estado libre de drogas", dijo Mujahid.
El portavoz agregó que, para alcanzar este objetivo, el país necesitará asistencia internacional para que los ciudadanos afganos puedan cultivar otras plantas que no sea la amapola.
Según el informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito sobre el mercado global de drogas, publicado en junio de este año, Afganistán es el mayor productor de opio.
17 de agosto 2021, 14:22 GMT
Del 6 al 14 de agosto, el movimiento talibán se hizo con el control de todas las capitales provinciales y el día 15 entró en Kabul, tomando el poder en la ciudad y, como aseguró más tarde, todo el país.
La ofensiva de los islamistas rebeldes contra las tropas gubernamentales concluyó dos semanas antes de finalizar la retirada de Estados Unidos y sus aliados, tras dos décadas de presencia militar en Afganistán.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó el país. Los talibanes afirmaron que aspiran a un "traspaso completo" del poder.
La variante fundamentalista de la sharía (ley islámica) califica como crímenes graves la desobediencia de las mujeres hacia la autoridad del padre o el esposo, las relaciones con aquellos que no pertenecen al mundo islámico y el incumplimiento de vestimenta de las mujeres (obligación de llevar velos musulmanes), entre otros.
El Gobierno de Ghani otorgaba más libertades a las mujeres que lo estipula el fundamentalismo islámico, por ejemplo permitía a las mujeres ocupar cargos gubernamentales, como los de alcaldesas.