"El tráfico se ha reanudado en el bulevar Jean Jacques Dessalines, los líderes de las bandas han prometido no atacar los convoyes y ya no hay cuota para permitir su paso", dijo a Radio Métropole Jérome.
Los enfrentamientos entre las pandillas por el control de la zona empujaron a más de 15.000 personas a huir de Martissant, comuna que une Puerto Príncipe con cuatro departamentos del sur.
Es la región disputada por las bandas de Grand Ravine, Ti Bois y Village de Dieu, con un alto costo para la población de la zona, que perdió sus viviendas y su modo de subsistencia.
Jérome estima que la tregua puede ser duradera y felicitó la intervención del Ministerio de Obras Públicas para mejorar el estado de las carreteras. "Este es el primer paso hacia la respiración normal", aseguró.
Una comisión gubernamental entabló un diálogo con los líderes de las pandillas para reducir las hostilidades y restablecer la confianza entre los cabecillas Ti Lapli, Iso y Kris La.
La pausa llega unos días después del mortal terremoto por el que murieron casi 2.000 personas y otras 10.000 sufrieron lesiones.