Se trata de una dolencia que afecta a millones, y a raíz de la cual las extremidades superiores no son capaces de realizar tareas de motricidad fina, mantener el equilibrio, caminar o sentir el tacto de las yemas de los dedos.
El revolucionario implante cerebral devuelve el tacto usando un electrodo mínimamente invasivo mediante estereoencefalografía. Se trata de un método quirúrgico con el que se colocan los electrodos en zonas específicas del cerebro. En este caso, en el hemisferio derecho.
El estudio, publicado en la revista Brain Stimulation, revela que los autores lograron que dos personas con epilepsia intratable experimentasen sensaciones en las puntas de las manos. Ambos pacientes se estaban ya sometiendo a un control preoperatorio para ser tratados quirúrgicamente de su enfermedad.
Cuando los electrodos se activaban, estas dos personas sentían "un hormigueo" y "electricidad" en la mano y en las yemas. La investigación "indica que la medicina bioelectrónica y la neurocirugía podrían restaurar las funciones previamente perdidas", subraya Kevin J. Tracey, el presidente y director ejecutivo de los Institutos Feinstein.