"La cifra de menores que podemos reportar es siete", dijo De Lys en una rueda de prensa.
Remarcó que el Unicef se basa en datos de fuentes abiertas.
El pasado 26 de agosto, el de por sí caótico proceso de evacuaciones en el aeropuerto de Kabul se vio perturbado por un atentado suicida que se saldó con más de 200 muertos, entre ellos 13 militares estadounidenses, y otros tantos heridos.
Después del ataque, reivindicado por la rama afgana de ISIS (grupo proscrito en Rusia por terrorista), EEUU lanzó al menos dos represalias contra los yihadistas.
Así, el bombardeo de EEUU del 29 de agosto destruyó un coche cargado de explosivos, pero también provocó bajas civiles. Según la cadena Al Jazeera, al menos 12 personas murieron en ese ataque.