El informe apunta que en esa década "la tasa de muertes violentas de indígenas aumentó un 21,6%, pasando de 15 por cada 100.000 habitantes en 2009 a 18,3 en 2019".
Es una tendencia opuesta a la que se da con el resto de la población, ya que la tasa de asesinatos en general en el país pasó del 27,2 a 21,7 por cada 100.000 habitantes en el citado periodo.
Entre 2009 y 2019 fueron asesinados 2.074 indígenas, y los datos del Atlas de la Violencia demuestran que la mayoría de esas muertes podría estar vinculada a conflictos por la tierra.
Las tasas de asesinatos de población nativa son mayores en municipios que albergan tierras indígenas (20,4) que en los municipios sin tierras indígenas (7,7%).
Las invasiones ilegales de tierras indígenas por parte de madereros, agricultores, ganaderos y "garimpeiros" (buscadores ilegales de oro y piedras preciosas) son la principal causa de conflicto en estos territorios.