La revolución en los libros de pases comenzó con el frenético éxodo de Lionel Messi al PSG y la salida de Cristiano Ronaldo de la Juventus al Manchester United. Cuando parecía que no habría más sobresaltos, la liga española volvió a patear el tablero.
"Me despido agradeciendo su cariño. Lo di todo por esta camiseta, me he implicado con este gran club y me voy triste por no haber podido disfrutar más de vosotros en las gradas, pero orgulloso de haber sido uno de los vuestros", escribió este 1 de septiembre Griezmann en sus redes sociales, a horas de que se confirmara su pase.
La negociación había comenzado el 31 de agosto muy temprano por el interés del equipo culé en incorporar a Joao Félix, pero el conjunto colchonero se negó. Luego, el Barcelona incluyó a Griezmann como parte del cambio y el Atleti dio el visto bueno, aunque al final el portugués quedó fuera del trato.
Griezmann anotó 35 goles en 105 apariciones con el Barcelona, pero la mayoría de las veces permaneció a la sombra de Messi.
Con la deuda del Barcelona rondando los 1.570 millones de dólares, vender a Griezmann era una prioridad para el presidente del club, Joan Laporta.