En Estados Unidos son cuatro las plantas que detendrán su producción: Fort Wayne, Indiana; Wentzville, Misuri; Spring Hill, Tennessee; y Lansing, Michigan.
"La situación sigue siendo compleja y variable. Los ajustes recientes de producción continúan siendo una consecuencia de las restricciones por el COVID-19 que los proveedores de semiconductores están enfrentando", se lee en un comunicado de la compañía.
La medida afectará principalmente su línea de camionetas y vehículos utilitarios deportivos, entre ellos, Chevrolet Silverado, Cheyenne, Traverse, Equinox y Express.
La empresa podría perder la producción de 100.000 vehículos de julio a diciembre de 2021, y estima un aumento de entre 1.500 millones de dólares y 2.000 millones de dólares en los costos de los insumos.
Esta no es la primera vez que GM anuncia cierres temporales en sus fábricas por la escasez de chips, varias fábricas quedaron inactivas durante dos semanas del pasado mes de abril.
Ford y Toyota también anuncian afectaciones
El mes pasado, Toyota Motor Corporation informó que reduciría su producción global para el mes de septiembre en un 40%, respecto a su plan anterior. Mientras que Ford Motor Company anunció al inicio de la semana que también recortará la producción de camionetas debido a la escasez de chips.
Además, los paros en plantas de Volkswagen han provocado listas de espera de hasta dos meses en modelos como Jetta, que encabezan los altos niveles de venta.