"Unas 980.000 personas en los cuatro departamentos de la nación insular que sufrieron la peor parte del terremoto de magnitud 7,2: Grand'Anse, Nippes, Sur y las zonas Sudeste, viven ahora con una inseguridad alimentaria aguda", alertó la organización que pidió más inversiones para asistir a la población damnificada.
El terremoto dañó la agricultura, aumentó la dependencia alimentaria en esas regiones, además de destruir caminos, lugares de almacenamiento y procesamiento, sistemas de riego y otros, haciendo más vulnerable a la población.
José Luis Fernández, representante de la FAO en el país aseguró que esta última crisis arruinó la capacidad de las personas para producir y acceder a alimentos en sus comunidades, según recoge el documento.
El texto pide a los inversores un nuevo apoyo de 20 millones de dólares para proteger y restaurar los medios de vida de 32.000 hogares rurales altamente vulnerables, a través del impulso de cultivos y transferencia en efectivo, desarrollo de la pequeña ganadería y la pesca, además de la rehabilitación de la infraestructura agrícola.
Antes del terremoto y la tormenta tropical Grace ya Haití estaba sumida en una crisis aguda, con 4,4 millones de personas en emergencia o niveles peores de seguridad alimentaria.
Esto sumado a los disturbios políticos y civiles, inestabilidad y recesión económica, señaló la FAO.