"Esto es cierto, se está trabajando", dijo Kabúlov, respondiendo a una pregunta al respecto.
Según el también director del II Departamento de Asia de la Cancillería rusa, Moscú planea enviar a Kabul "alimentos, medicamentos".
El 11 de septiembre, el embajador ruso en Kabul, Dmitri Zhirnov, catalogó de "difícil" la situación en Afganistán y aseguró que los afganos esperan recibir ayuda humanitaria de la comunidad internacional.
Zhirnov recordó que durante la presidencia de Ashraf Ghani tres cuartas partes del presupuesto correspondían a las ayudas de Occidente, y hoy en día, cuando los activos financieros del país se encuentran congelados, el nivel de vida de la población bajará drásticamente.
Los talibanes, cuyo movimiento está proscrito en Rusia por terrorista, retomaron el poder en Afganistán en agosto pasado, tras dos décadas de intervención militar extranjera, y anunciaron a principios de septiembre la composición de un gobierno interino. Casi la mitad de los miembros de este gabinete figuran en la lista del Comité de Sanciones 1988 del Consejo de Seguridad de la ONU.
El movimiento talibán
Los talibanes (estudiantes), autodenominado Emirato Islámico de Afganistán, es un movimiento fundamentalista islámico con una fuerte ala paramilitar. Se fundó en 1994 por yihadistas que lucharon contra la República Democrática de Afganistán y el contingente soviético que lo apoyaba.
Dominó el país desde 1996 tras ganar la guerra civil. Refugió a Osama bin Laden y fue derrocado durante la invasión de EEUU tras el 11S, pero recuperó el poder con la retirada estadounidense en 2021.
Es considerado un grupo terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU y está prohibido en Rusia, Turquía y Canadá.