"El juez o el fiscal, según sea el caso, en decisión especialmente fundamentada, podrá disponer del destino final de los cadáveres cuyo traslado, funerales o inhumación pudiera poner en grave riesgo la seguridad o el orden público", propone el proyecto que cambiaría el texto de la Ley General de Salud.
El líder terrorista, de 86 años, falleció por una neumonía el sábado 11 en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad (CEREC), una prisión especial administrada por la Marina de Guerra y ubicada en el Callao (provincia colindante a Lima), donde purgaba una condena de cadena perpetua luego de su captura en 1992.
Sin embargo, por un vacío legal, el Ministerio Público, quien tiene en su poder el cadáver, no puede tomar una decisión sobre los restos de Guzmán, siendo de preocupación que este sea enterrado y su tumba se convierta en un lugar de adoración o peregrinación para los pocos simpatizantes que aún mantiene.
De ser aprobado el proyecto, el Ministerio Público podría, eventualmente, incinerar el cuerpo que es la alternativa que se considera como la más conveniente; aunque el proceso de su debate y aprobación en el pleno podría tardar algunos días.
A finales de la década de los 70, Guzmán fundó Sendero Luminoso en un intento de tomar el poder por la vía de las armas y que, con asesinatos, masacres y atentados, ocasionó la muerte de más de 30.000 personas desde 1980 hasta 2000, según cifras oficiales.