Sussmann compareció ante el Tribunal de Distrito de Washington DC, donde se declaró inocente de un cargo que le imputa hacer declaraciones falsas al Gobierno de Estados Unidos, que se castiga con hasta cinco años de prisión sin contar penas agravantes.
La acusación en su contra sostiene que Sussmann mintió en forma sustancial al FBI al no revelar la naturaleza política de su trabajo y las identidades y motivaciones de sus clientes, privando a los investigadores de información que podría haberles permitido evaluar y descubrir mejor los orígenes de la acusación, datos y análisis relevantes.
A Sussmann se le otorgará la libertad condicional antes del juicio, lo que le permite evitar la detención siempre que cumpla con las reglas de puesta en libertad. Estos incluyen limitar los viajes, entregar su pasaporte, restringir su derecho a poseer armas de fuego y comunicarse regularmente con el tribunal y los servicios previos al juicio.