La Batalla de Kulikovo ha sido una de las más importantes en la historia de Rusia. La victoria supuso un paso importante en el camino al restablecimiento de la unidad de Rusia y fue el inicio del fin del dominio mongol sobre el Principado de Moscú.
En la foto: la reconstrucción de la Batalla de Kulikovo en un campo de la región rusa de Tula.
Como ya es tradición, el evento comenzó en la Colina Roja con una marcha solemne desde la iglesia del Santo Sergio de Radonezh hasta la columna de Dmitri Donskói. Fue allí donde celebró un oficio religioso por todos los combatientes que dieron su vida por Rusia.
Un monumento en forma de columna dedicada a Dmitri Donskói en el campo Kulikovo en la región rusa de Tula.
El complejo del museo "Campo de Kulikovo" es uno de los centros histórico-culturales de mayor renombre en Rusia.
Recientemente aquí fue inaugurada una calle de artesanos de la antigua Rusia, donde fueron recreados los talleres de los siglos XIII-XIV.
Visitantes del museo Campo de Kulikovo en la región rusa de Tula.
Los participantes de las celebraciones tuvieron la oportunidad de degustar el plov.
Quizás la parte más espectacular del evento fue la actuación del XXV Festival Histórico-Militar Internacional Campo de Kulikovo, que ofrecieron una reconstrucción de la batalla entre las tropas rusas bajo el mando del gran príncipe de Moscú, Dmitri, que acabó recibiendo el apodo de Donskói, y los tártaros-mongoles liderados por el Kan Mamái.
Las tropas rusas contaron con unos 20.000 soldados, que según distintas estimaciones, plantaron cara a entre 30.000 y 60.000 soldados de la Horda de Oro.
Los espectadores disfrutan de la reconstrucción de la batalla entre las tropas de Rusia y los tártaros-mongoles en el campo de Kulikovo en la región rusa de Tula.
Una de las batallas más grandes de la Edad Media comenzó con el duelo de dos guerreros: el monje ruso Aleksandr Peresvét y el héroe de la Horda, Chelubéi.
Cuando los dos cayeron muertos, comenzó el combate entre las principales fuerzas. La batalla duró varias horas y acabó con la huida de los tártaros-mongoles, perseguidos por los soldados rusos.
La decisiva victoria de las tropas rusas en la Batalla de Kulikovo supuso el comienzo del derrocamiento del dominio tártaro-mongol: el principal obstáculo al desarrollo de Rusia.
Una instantánea del Campo de Kulikovo, donde el 8 de septiembre de 1380 tuvo lugar la Batalla de Kulikovo.
Fue una de las batallas más sangrientas en la historia de Rusia. Según los historiadores, la mitad de los soldados rusos pereció en el campo de batalla, mientras que los tártaros-mongoles perdieron prácticamente al 90% de sus guerreros.
Los historiadores narran también que hizo falta una semana entera para enterrar a los caídos, entre el 9 y 16 de septiembre.
La Batalla de Kulikovo tiene tal importancia en la historia de Rusia, que su aniversario se ha asociado al Día del Honor Militar, que desde el 1995 se celebra en Rusia cada 21 de septiembre.
En la foto: el museo y mirador en el campo de Kulikovo en la región rusa de Tula.