Recientemente Texas adoptó una de las leyes más restrictivas contra el aborto: prohibir la interrupción del embarazo desde las seis semanas de gestación, incluso en casos de violación o incesto. Una medida que ha promovido tanto manifestaciones a favor (generalmente apoyadas por los sectores más conservadores de Texas) como en contra incluso de celebridades como la de la actriz Uma Thurman, que confesó que tuvo que abortar de adolescente porque no tenía recursos suficientes para mantener a su bebé.
En esa misma línea, tres mujeres del colectivo activista Femen se plantaron a las puertas de la Embajada de Estados Unidos en Madrid para protestar contra la nueva ley y solidarizarse con las mujeres afectadas en Texas en la Jornada Mundial por la Despenalización del Aborto.
"Se da caza a las mujeres que se atrevan a someterse a abortos clandestinos pese a que están viéndose obligadas a poner sus vidas en peligro por una ley que les niega su derecho legitimo a decidir".
Otros estados como Georgia, Misisipi, Kentucky y Ohio también abogan por las llamadas leyes del "latido del corazón", es decir, aquellas que prohíben que las mujeres aborten a partir de las seis semanas de embarazo. En palabras de la organización, "estas leyes son un pretexto moralista para restringir el derecho de las mujeres a decidir y no están fundamentadas sobre nuestra libertad de elección sobre nuestros cuerpos", sostienen.
Durante la protestas, cinco activistas del colectivo tuvieron que enfrentarse a una retención de más de una hora por los agentes policiales "ante comentarios sexistas e intimidatorios, risas y mansplaining", aseguran. "Hay una alta probabilidad de que nos sancionen con multas que alcanzan hasta los 600 euros por persona".