"Nos han pedido que el Presidente baje a dialogar con ellos, hemos hecho eco y hemos reiterado que una vez tengamos y conozcamos los puntos (peticiones) y tengamos todo definido con acuerdos y todo aquello, ya el Presidente se estará reuniendo con ellos como corresponde", dijo a reporteros el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos.
Las marcha, aplaudida por la oposición conservadora, no estaba reconocida como "representativa" por la Central de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), la principal organización del sector, que convocó a los líderes de la caminata a coordinar un pliego nacional de peticiones que presentaría al Gobierno.
Los indígenas, de varias regiones de Beni, partieron el 25 de agosto de Trinidad, capital de ese departamento amazónico, lanzando proclamas de defensa de la Madre Tierra y contra la destrucción de bosques que atribuyeron a políticas gubernamentales e intereses empresariales.
La gobernación departamental de Santa Cruz y organizaciones de la iglesia católica apoyaron a los marchistas en las dos últimas semanas y organizaron actos de bienvenida en los últimos tramos de la protesta, incluida una bienvenida de héroes en la plaza central y una misa en en la catedral de la capital oriental.
28 de agosto 2021, 01:17 GMT
Medios estatales informaron que una comisión de tres viceministros recibió a una delegación de los marchistas pero no se pudo abrir una negociación porque los indígenas no tenían un documento formal ni único de demandas, aparte del pedido de dialogar con el presidente Arce.
"La comisión de tres compañeros (indígenas) nos ha solicitado un cuarto intermedio para que puedan reunirse para ordenar sus demandas y así podamos conversar", dijo el viceministro Ríos.
Añadió que la delegación gubernamental esperaría en Santa Cruz hasta la instalación de una mesa de diálogo, insistiendo en que tras esa negociación el presidente Arce definiría con los marchistas y las organizaciones indígenas los eventuales acuerdos.