"Precisamente la concentración de un gran número de tropas chinas, su comportamiento provocador y los intentos unilaterales de cambiar el statu quo en violación de los acuerdos bilaterales, perturbaron seriamente la paz y tranquilidad en la Línea de Control Actual en el este de Ladakh", señaló el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi, en un comunicado.
El diplomático afirmó que "China sigue desplegando tropas y armamento en los territorios fronterizos" y que esas acciones "obligaron a la India a tomar medidas de respuesta para garantizar su seguridad".
"El ministro de Asuntos Exteriores de la India durante la reunión con su homólogo de China a principios de este mes [septiembre], dijo confiar en que Pekín trabaje para resolver lo más pronto posible los problemas pendientes en la Línea de Control Actual en el este de Ladakh", agregó el portavoz de la Cancillería india.
El aumento de las tensiones entre la India y China empezó en la región fronteriza de Ladakh en mayo de 2020 después de producirse varios conflictos entre los militares de los dos países en la zona del lago Pangong. Nueva Delhi y Pekín reforzaron entonces su presencia militar en la región.
En febrero de 2021 los ministerios de Defensa de la India y China anunciaron la retirada de sus tropas de las orillas norte y sur del lago Pangong.
El resultado del conflicto fue el enfriamiento en las relaciones entre los dos países. La India anuló varios contratos adjudicados por empresas chinas, prohibió algunas aplicaciones chinas y suspendió la compra de equipos a China.
Desde hace tiempo, China y la India disputan una parte del territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado indio de Arunachal Pradesh (noreste). La Línea de Control Actual, que sustituye la frontera entre los dos países en esa región, pasa por Ladakh. En otoño de 1962 el contencioso desembocó en una guerra fronteriza.