En verano pasado Francia aprobó una ley que regula el uso del certificado sanitario para acceder a una mayoría de establecimientos públicos, y que también obliga a cumplir el ciclo completo de la vacunación contra el COVID-19 y tener actualizado el test de coronavirus.
A partir del 9 de agosto los certificados sanitarios en Francia son obligatorios para entrar en cafeterías, bares y restaurantes, así como para desplazarse en trenes y aviones de larga distancia. Además, la vacunación es obligatoria para determinadas categorías de trabajadores, como el personal de la salud y bomberos.
El TEDH indica en su comunicado que el profesor de Derecho Guillaume Zambrano, un enemigo acérrimo de los certificados sanitarios, creo una página web en la que llama a llenar unos formularios para aumentar la cantidad de quejas dirigidas a ese tribunal y crear así una demanda colectiva.
En tanto, el TEDH afirma que el objetivo del profesor fue provocar una 'congestión' y 'paralizar' la labor del tribunal.
También explica que las quejas no pueden aceptarse porque no fueron agotados todos los recursos jurídicos internos en Francia. Además, se cometieron múltiples infracciones al presentar las quejas.
El tribunal recibió unas 18.000 quejas estandarizadas presentadas tras el llamamiento de Zambrano, pero ninguna cumple con las normas de presentación de las quejas individuales y por lo tanto no pueden examinarse por el tribunal, refirieron los jueces.