"Conozco a muchas personas que todavía están dudando. Las personas que no quieren vacunarse son un problema. Por eso, iremos a por ellos a sus barangays [barrios]. Entraremos en sus casas y los vacunaremos mientras duerman", dijo Duterte citado por el periódico Inquirer.
El presidente, además, pidió a los ya vacunados que sigan llevando mascarillas y manteniendo la distancia social para evitar la propagación del coronavirus.
El medio indica que hasta el 10 de octubre solo 23,1 millones de filipinos, o poco más del 20% de la población del país, recibieron la pauta completa de vacunación.