"Sí, fue una broma", dijo Roque en rueda de prensa al contestar a una pregunta correspondiente.
El 12 de octubre Duterte cargó contra los que no se han vacunado todavía contra el coronavirus e instó a ponerles el inmunizante mientras duerman en su casa.
El presidente filipino, además, pidió a los ya vacunados que sigan llevando mascarillas y manteniendo la distancia social para evitar la propagación del coronavirus.
Según el Misterio de Salud filipino, hasta ahora solo 23,7 millones de filipinos, o poco más del 21% de la población del país, recibieron la pauta completa de vacunación.