"Haremos todo lo posible para evitar esa dependencia unilateral. Siempre existe la posibilidad de pasar al gas licuado, hay grandes terminales en muchos países europeos", dijo Altmaier el 15 de octubre en una rueda de prensa.
Según el ministro, "los que nos suministran gas a través de gasoductos deberían también ser conscientes de que un aumento injusto de los precios puede provocar una reorientación ... y un cambio en las fuentes de suministro".
En cuanto a la situación en el mercado del gas alemán, señaló que por el momento los almacenamientos de gas están llenos al 75%, más que en 2015, cuando este volumen era suficiente para todo el invierno.
Los precios de gas suben ante la incertidumbre por el comienzo de las operaciones del nuevo gasoducto Nord Stream 2, cuya construcción acaba de concluir. La infraestructura, que conecta a Rusia y Alemania, tiene capacidad para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de combustible anuales, lo que cubriría en parte la demanda de gas en Europa.
Según los expertos, también apuntalan los precios las escasas reservas de gas en los depósitos subterráneos europeos y la pronta llegada del invierno.