Pese a que la monarca de 95 años goza de buena salud, los médicos reales le han aconsejado que abandone su hábito de consumir su copa de martini por las noches, informa Vanity Fair, citando fuentes anónimas en el Palacio de Buckingham.
"Se le ha aconsejado a la reina que abandone su bebida vespertina, la cual suele ser un martini", compartió un amigo de la familia real.
Según dos personas cercanas a la monarca, los médicos le han recomendado abstenerse del alcohol excepto en ocasiones especiales.
"No es un gran problema para ella, no es una gran bebedora, pero parece un poco injusto que en esta etapa de su vida tenga que renunciar a uno de los pocos placeres", agregó el insider.
La medida buscaría asegurar que la reina esté lo más saludable posible para las celebraciones del jubileo de platino —su 70 aniversario en el trono británico— el año que viene.
"No más alcohol, sus médicos quieren asegurarse de que esté lo más en forma y saludable posible", confirma una segunda fuente.
Si bien la reina británica rara vez ingiere bebidas alcohólicas en público, las fuentes aseguran que le encanta tomar una copa al fín del día. Así como a su hijo mayor, Carlos, a la monarca le encanta el martini, un cóctel hecho con ginebra y vermut.
De hecho, a finales de 2020, Isabel II lanzó su propia ginebra. Bautizada Sandringham Celebration Gin, la bebida está hecha a base de las plantas cultivadas en la finca real de Sandringham en Norfolk. Se vende en la tienda virtual de la familia real y cuesta 50 libras esterlinas —poco menos de 70 dólares— por botella de medio litro.
Según Margaret Rhodes, una prima ahora fallecida de Isabel II, a la reina le encanta también el vino dulce. Incluso tenía el hábito de beber una copa de champán antes de acostarse, de acuerdo con la familiar de la reina.