"Gazprom estuvo cumpliendo los contratos a largo plazo firmados con nosotros, pero no respondió al aumento de la demanda, como lo hacía en años anteriores. Europa depende demasiado del gas, de su importación", dijo y también señaló que, a juicio de ella, una de las soluciones del problema está "en la diversificación de los suministradores de gas".
Von der Leyen llamó a acelerar el paso al uso de un sistema energético más limpio y al mismo tiempo reconoció la necesidad de mantener el gas como "un combustible de transición".
Los precios en el mercado del gas europeo se dispararon drásticamente en los últimos meses. Si a principios de agosto las cotizaciones de futuros de gas en el hub holandés TTF, se situaban en unos 515 dólares por 1.000 metros cúbicos, a finales de septiembre el referido índice se incrementó en más de dos veces.
El 6 de octubre, los precios de futuros marcaron el máximo histórico de 1.937 dólares, y a partir de esa fecha empezaron a mostrar una bajada. Actualmente son un poco más altos de 1.000 dólares por mil metros cúbicos.
Según expertos, los futuros de gas suben en Europa debido a varios factores: las escasas reservas de gas en los depósitos subterráneos europeos, la oferta limitada por parte de los principales suministradores y la elevada demanda del gas licuado en Asia.