Las granjas del Reino Unido se han teñido de distintos tonos naranja a lo largo de sus campos debido a la temporada de calabazas. En la foto: un niño toca el piano en medio de un campo de calabazas denominado Pop Up Farm, en el pueblo de Flamstead, cerca de St Albans (Hertfordshire).
Para los lugareños, la calabaza no solo es un símbolo del otoño, de comida deliciosa y de confort hogareño, sino también el principal atributo de Halloween.
Casi todas las granjas británicas tienen campos especiales para las calabazas en su temporada.
Los británicos prefieren comprar calabazas para Halloween en las granjas y no en los supermercados, ya que muchas granjas ofrecen a sus visitantes la posibilidad de recogerlas ellos mismos.
Una mujer y su hijo pequeño recogen calabazas en un campo de Pop Up Farm.
Docenas de calabazas reposan en los huertos de las granjas británicas durante esta temporada del año.
Los británicos suelen acudir a las granjas para recoger calabazas con sus hijos como una manera de pasar tiempo al aire libre y admirar el paisaje rural.
La tradición de Halloween se remonta a los antiguos festivales celtas de Irlanda y Escocia, pero hoy se ha convertido en una fiesta internacional. En la foto: los británicos recogen calabazas en Pop Up Farm.
La víspera de Todos los Santos, el 31 de octubre, se celebra Halloween no solo en el Reino Unido, Europa Occidental, EEUU y América Latina, sino también en la mayoría de los países de Europa del Este y Asia, así como en otros países con estrechos vínculos culturales con EEUU o el Reino Unido. En la foto: mujer y niño en una granja de calabazas.