"He ordenado que se impongan las sanciones necesarias a las administraciones locales que no estén cumpliendo ni utilizando las dosis que se les han dado de la manera más ágil", citó el periódico al presidente de Filipinas.
Duterte prometió que haría responsables personalmente a todos los líderes provinciales o regionales.
El mandatario dijo que ha ordenado a las regiones que reciban suficientes reservas de las vacunas para administrar un millón de dosis diarias.
También ha ordenado el uso de los medios aéreos de la Policía y el ejército para la entrega de la vacuna contra el COVID-19 en las provincias y municipios.
Anteriormente Duterte había dicho que aquellos que tienen dudas sobre la vacunación deberían ser vacunados por la noche, cuando están dormidos. El presidente solo estaba bromeando, aclaró más tarde un portavoz de la Presidencia.