"Todos mostramos nuestra solidaridad a los países afectados e hicimos constar nuestro rechazo a las acciones del régimen del presidente Lukashenko", señaló el mandatario español.
Desde el 8 de noviembre, cientos de migrantes irregulares intentan cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia. De acuerdo con las autoridades polacas, más de 3.000 inmigrantes irregulares se encuentran en la frontera.
Polonia, Letonia y Lituania, puerta de entrada nororiental a la UE para migrantes que huyen de conflictos armados y penurias económicas, denunciaron en los últimos meses un aumento de la presión sobre sus fronteras externas.
Por su parte, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, argumenta que Minsk, lastrada por las sanciones de Occidente tras su polémica reelección en agosto de 2020, no tiene "ni dinero ni fuerza" para contener el flujo migratorio.
En su discurso de este miércoles, Pedro Sánchez dijo que "más allá de hacer frente a estas crisis puntuales", que también han sido sufridas por España tras sus problemas diplomáticos con Marruecos, la UE debe aplicar un enfoque migratorio capaz de mirar más allá del control de fronteras.
"Solo potenciando la dimensión exterior de la política migratoria europea podremos llegar a soluciones estables en el futuro", afirmó.
En esa línea, sostuvo que "la mejor forma de reducir la inmigración irregular es crear oportunidades de crecimiento y de empleo en los países de origen”.
Por ello, defendió un enfoque migratorio que conjugue "solidaridad y responsabilidad" pero que, sobre todo, sepa mirar al largo plazo para acabar con las causas de los movimientos migratorios.
"La guerra, la miseria, la falta de libertad, las dramáticas consecuencias del cambio climático… esas son las causas que debemos ayudar a erradicar entre todos", añadió.