Según el destacado cardiólogo ruso Alexandr Miasnikov, algunas comidas contienen altos niveles de vitamina K, la cual actúa como un "antagonista" de los medicamentos para el tratamiento de la trombosis.
"Si le damos (a un paciente) alguna dosis de un medicamento anticoagulante llamado warfarina y al mismo tiempo la persona come judías verdes, pica brócoli e ingiere espinacas, entonces simplemente puede neutralizar el efecto de la warfarina", explicó el médico en un programa del telecanal Rossiya-1.
El médico aclaró que los alimentos ricos en vitamina K por sí solos no causan trombosis. Los efectos se observan sólo en los pacientes con ciertas predisposiciones.
"La trombosis es causada por las condiciones contra las cuales administramos warfarina, pero si neutralizamos la warfarina, entonces, en consecuencia, habrá trombosis", apuntó el médico.