En su entrevista para la cadena rusa Rossiya 24, el ejecutivo subrayó que Gazprom firmó un contrato con Moldovagas prácticamente bajo las condiciones impuestas por Chisinau, pero con una condición: que la parte moldava tramite el 100% de los pagos pendientes. Según Kupriánov, la empresa rusa concedió ante Moldavia en vista de su complicada situación económica, con el objetivo de darle al país la posibilidad de amortiguar sus deudas.
"La fecha de los pagos acumulados hasta hoy era el 22 de noviembre. El pago no se realizó. Por ello, según lo estipulado en el contrato, Gazprom ha informado a la parte moldava que los suministros del gas a Moldavia serán cortados en 48 horas", dijo.
Por su parte, el Ministerio de Infraestructuras de la República de Moldavia declaró que no recibió notificación alguna sobre el cese del suministro. De acuerdo con las estimaciones de Gazprom, la deuda asciende a 433 millones de dólares, o 709 millones de dólares tomando en cuenta el retraso de los pagos.
Kupriánov también destacó que la empresa rusa mantuvo negociaciones muy largas con Chisinau. A pesar de que Gazprom aseguró que el precio de su gas era completamente acorde a los del mercado basándose en los precios de cotización, la parte moldava insistió en condiciones privilegiadas.
En octubre de 2021 Gazprom prolongó por cinco años más el contrato con Chisinau bajo la condición de que se llevase a cabo una auditoría de las deudas de Moldovagaz en 2022. Según los planes, la empresa moldava debería saldarla por completo en cinco años incluyendo los intereses.
La parte rusa enfatizó que se firmó un protocolo para resolver las cuestiones en el ámbito gasístico y que las condiciones del prolongamiento del contrato son mutuamente beneficiosas. Tal y como señaló Chisinau, el nuevo contrato emplea la fórmula de cálculo propuesta por la parte moldava.