"Esta situación se debe principalmente al fuerte desabastecimiento de microchips en todo el mundo y en todos los sectores", señala la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones [ANFAC] en un comunicado.
Según los datos de ANFAC, durante los primeros 10 meses del año se fabricaron un total de 1.757.280 unidades, lo que representa una caída del 2,5% respecto a 2020 y del 26,7% en comparación con 2019.
Además de la crisis de los chips, los fabricantes también achacan este retroceso a otros factores, como la dificultad del aprovisionamiento de materias primas, las dificultades de entrega en la cadena logística o la baja demanda.
Ante este escenario, los fabricantes advierten que la demanda en la producción de automoción no se recuperará hasta finales de 2022 o inicios de 2023.
El director general de ANFAC, José López-Tafall, señaló que estos datos demuestran que el sector de la automoción, además de una necesaria recuperación tras la pandemia, necesita "una transformación" tanto a nivel industrial como a nivel social.
En esa línea, hizo un llamamiento al Gobierno de España utilizar los fondos de recuperación de la Unión Europea para impulsar "medidas ágiles y de calado que impulsen la transformación".
"Los países de nuestro entorno atraviesan el mismo contexto de parálisis, debido a la escasez de microchips y la baja demanda de mercado, por ello la capacidad de respuesta y la velocidad con la que lo hagamos nos permitirá encabezar o situarnos en la cola de la transformación hacia la nueva movilidad", señaló.