"Actualmente en el territorio de Bielorrusia se encuentran representantes de la Organización Internacional para las Migraciones, Representantes del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, que se reúnen con las instituciones nacionales [de Bielorrusia] para elaborar los pasos comunes a fin de resolver la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca", dijo.
El funcionario bielorruso destacó que las partes "buscarán medidas conjuntas necesarias para cumplir con las solicitudes de personas que quieren volver a su país de origen y para regularizar su situación legal y facilitarles el acceso a terceros países que quieran recibirlos".
La situación en la frontera bielorruso-polaca se agravó a inicios de noviembre cuando miles de migrantes de Irak y otros países de Oriente Medio se reunieron allí con la esperanza de entrar en la Unión Europea.
Las autoridades polacas aumentaron la seguridad fronteriza, reforzándola con el Ejército y frustrando los intentos de los migrantes irregulares de entrar en el país, y acusan a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.
Bielorrusia, que brinda alimentos, ropa y asistencia médica a los migrantes, refuta esos cargos, alegando que Polonia está expulsando por la fuerza a los migrantes.