"Esperamos que los miembros de Interpol nos ayuden activamente en la lucha contra el crimen, especialmente en las cuestiones de la entrega de los terroristas de FETO y el PKK" dijo al intervenir ante la 89 sesión de la Asamblea General de Interpol en Estambul.
Erdogan declaró que "los terroristas que perjudican los fundamentos de la democracia, que matan a civiles, incluidas mujeres, ancianos y niños, no deben estar en libertad".
En discurso en línea ante la Asamblea, el presidente turco indicó que desde principios de 2021 Interpol ha entregado a Turquía a 64 sospechosos de estar involucrados en el crimen organizado, el tráfico de drogas, homicidios y otros delitos graves.
Erdogan agregó que a los desafíos nacionales se les sumó el problema de los refugiados procedentes de Siria e Irak. Informó que el número de migrantes ilegales en Turquía llegó a un total de 8 millones de los cuales 3,5 millones proceden de Siria.
El Gobierno turco define el movimiento islámico transnacional del predicador islámico y opositor Fethullah Gulen como FETO, que es el acrónimo en inglés de Organización Terrorista de Fethullah Gulen. Las autoridades turcas responsabilizan a Gulen y sus partidarios de la intentona golpista de julio de 2016.
El propio Gulen —autoexiliado en EEUU y cuya extradición exige Turquía— condenó la asonada y niega las acusaciones de Ankara.
En lo referente al conflicto armado con el PKK, se remonta a 1984 y volvió a recrudecerse en 2015. Las fuerzas armadas turcas lanzan operaciones aéreas y terrestres contra las bases del PKK que se encuentran en el norte de Irak.
Según el presidente Erdogan, unos 6.000 miembros del partido fueron abatidos en territorio nacional y otros 6.900 en el exterior desde julio de 2015. Turquía perdió a más de 1.200 personas en esta guerra.