El Parlamento autonómico de la Comunidad Foral de Navarra, gracias al informe recibido de manos del consejero de Justicia, Eduardo Santos, ha podido constatar el número y especificación de los bienes inmuebles escriturados a nombre de la Iglesia en toda la región desde 1900 hasta 2021, así como de los vendidos después de su inmatriculación.
El informe, que recoge 2.952 notas simples, revela detalles singulares, como el abultado patrimonio agrícola. De hecho, las inmatriculaciones efectuadas al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria por el arzobispado, parroquias y diócesis corresponden a más de 700 propiedades de diferentes cultivos. De ellas, más de 600 corresponden a campos de cereal, de secano y huertos. Olivares, viñedos y hasta un platanal suman casi otras 40 fincas.
También hay espacios de esparcimiento, como cuatro alamedas y tres parques. La Iglesia también se adueñó de nueve plazas en diferentes pueblos y tres frontones. El contingente inmobiliario lo conforman casi 200 pisos, aparte de las 250 casas parroquiales. También figuran a nombre del arzobispado una veintena de locales comerciales y siete sótanos.
El otro grueso de los bienes inmatriculados atañe a diversos templos. Entre iglesias, templos parroquiales, ermitas, abadías y basílicas se alcanza la cifra de 981 unidades, un 33% del total. El conjunto total de las propiedades asciende 1.806 en terreno urbano, 1.073 en terreno rústico, dos rústico-urbanas y 71 sin clasificar. "Hablamos de 653.453 m2 de extensión en fincas urbanas y 3.429.227 m² en fincas rústicas", declaró Santos. Según él, el equivalente a "575 campos de fútbol con las dimensiones de El Sadar", el estadio de Pamplona.
La ley lo permitió
La Ley Hipotecaria que, hasta su reforma en 2015 permitió a la Iglesia católica española apropiarse de bienes inmuebles sin demostrar su posesión y solo en virtud de las certificaciones emitidas por sus diócesis correspondientes como única justificación, es el sustento jurídico que utilizó la Iglesia en España para tomar posesión de múltiples inmuebles y terrenos por todo el país, incluida la mezquita de Córdoba.
Tras someter a análisis la información recabada en los registros de la propiedad (notas simples), el informe entregado por el consejero Eduardo Santos destaca que los mayores procesos de inmatriculación tuvieron lugar en dos períodos: en la década de los años 80 y en la que abarca entre los años 2000 y 2010. La mayor ola de inmatriculaciones se produjo en 2003, 2004, 2005 y 2006, cuando se consignó la posesión de 865 propiedades, incremento atribuible a la reforma de la Ley Hipotecaria en 1998.
La perspectiva que se abre ahora es la posibilidad de que los municipios que lo deseen puedan recuperar la titularidad de las propiedades, en especial los terrenos comunales. Basándose en los datos del informe, el Gobierno navarro pretende apoyar a los ayuntamientos y entidades locales para "llevar a cabo las acciones que consideren oportunas, en defensa del bien común". "Como Gobierno de Navarra, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para que ningún municipio navarro tenga que dejar de pelear, por motivos económicos o de complejidad jurídica, por aquello que considere propio", concluyó el consejero.