"Vamos a cerrar con números rojos. Siempre tenemos la esperanza de que se recupere el mercado, que la gente siga teniendo confianza y que se normalicen los viajes por un tiempo cercano", explicó a esta agencia Óscar Alfaro, propietario de Transnica, una de las empresas de San José que brindan servicio de transporte colectivo hasta Nicaragua.
En marzo de 2020, la pandemia del coronavirus hizo que el Gobierno de Costa Rica cerrara su frontera con Nicaragua.
El flujo entre ambos países es alto: en territorio costarricense reside desde los años 70 una amplia comunidad de nicaragüenses, estimada en más de medio millón de personas.
En diálogo con la Agencia Sputnik, el empresario afirmó que las restricciones sanitarias y los seguros de salud obligatorios impuestos por el Gobierno de Costa Rica, sumados al temor de los viajeros, provocaron una drástica caída en el número de pasajeros: de las 300.000 personas que se movilizaban anualmente, hoy solo lo hace el 3%.
"Costa Rica ha tenido la parte más estricta, más compleja de protocolo sanitario y es la que ha causado que la gente viaje menos por las orientaciones oficiales, lo que más bien ha provocado una informalidad en cuanto a los viajes", subrayó Alfaro.
La empresa regional realizaba 92 servicios por semana entre San José y Managua antes de la pandemia, pero la disminución de viajeros obligó a reducirlo a seis, lo que ha significado más de un millón de dólares en pérdidas para Transnica.
En los últimos 20 meses la pandemia ha provocado estragos económicos en ambos países centroamericanos.
En Costa Rica se estima un desempleo que ronda el 10%, que incide en menos posibilidades de hacer turismo en la región. Sin embargo Alfaro cree que la inmunización contra el COVID-19 está dando resultados positivos para mayor movilidad de centroamericanos.
"Esperemos que conforme pasa el tiempo la stiuación económica en Costa Rica pueda mejorar y se logre a través de una vacunación, que la gente esté segura, más confiada de viajar y que se reactive el turismo que entre países se tenía, entonces se permita reactivar el turismo con Nicaragua, que es un país muy bello y de grandes atractivos", afirmó
Diciembre y enero prometen incrementar en más del 10% el tráfico de personas entre ambos países: los nicaragüenses regresan a su nación para celebrar Navidad y Año Nuevo, y los costarricenses aprovechan marzo y abril para veranear en las costas del Pacífico sur de Nicaragua.
A finales de 2020, más 100.000 nicaragüenses residentes en Costa Rica y Panamá regresaron a su país al quedar desempleados ante el cierre masivo del comercio y la industria, por las restricciones aplicadas en ambas naciones por el COVID-19.
Nicaragua fue el único país de Centroamérica que no estableció cuarentenas ni cierres de aeropuertos y fronteras por la pandemia.