En un comunicado, el Gobierno de Andorra informó que desde este 26 de noviembre "el control de acceso con certificado COVID es obligatorio para acceder a los bares, restaurantes y cafeterías para las personas de más de 16 años".
A partir del 29 de noviembre, también deberá presentarse para acceder a centros termales y balnearios, hoteles y alojamientos turísticos, instalaciones culturales y deportivas (museos, bibliotecas, cines y gimnasios), peluquerías y centros de estética y salas de juegos recreativos y de azar.
El documento se puede presentar en papel, tras solicitarlo en los centros sanitarios, o de manera digital a través de la aplicación móvil Andorra Salut.
También se aceptará un justificante que acredite el resultado negativo de una prueba diagnóstica de la infección por coronavirus.
Además de la hostelería, el pasaporte COVID se requiere para acceder a locales de ocio nocturno, centros sociosanitarios y de día, casas rurales, eventos en exteriores de más de 1.000 personas y en interiores con más de 100 asistentes.
En el caso del ocio nocturno, también se pide un resultado negativo en un test de antígeno hecho con un máximo de 12 horas de antelación.
Las autoridades implementaron estas medidas tras constatar un aumento de los contagios de COVID-19 en el Principado, que con una población de 78.000 personas cuenta con 694 casos activos y 9 personas hospitalizadas.
Después de tres meses sin registrar fallecidos, el 24 de noviembre murió con COVID-19 una mujer de avanzada edad, siendo la víctima 131 de la pandemia en Andorra.
Según los datos de las autoridades, un 78,2% de la población vacunable ya cuenta con las dos dosis, y ya se aplicaron más de 3.300 dosis de refuerzo.