El capitán fue acusado de negligencia y mala gestión de la nave, acciones que condujeron a la muerte de tres miembros de la tripulación. En particular, a pesar de la mala visibilidad debido a la niebla, la embarcación continuó pescando cangrejo, sin precisar la ubicación de otros barcos en el radar. Como resultado se produjo una colisión con el barco ruso Amur.
El pasado 26 de mayo, el pesquero japonés Daihachi Hokkoumaru volcó después de un choque en alta mar, a 23 kilómetros del puerto de Monbetsu, con el barco ruso.
Tras el accidente, la tripulación rusa rescató a los cinco japoneses que estaban a bordo del pesquero, tres de ellos se encontraban en estado crítico y luego murieron. Todos los 23 tripulantes rusos salieron ilesos.
A principios de junio en Japón, debido a sospechas de que no tomó las medidas necesarias para evitar el accidente, fue detenido un oficial de puente del barco ruso Amur, Pável Dobrianski.
Se estima que el oficial podría ser condenado a un plazo de cinco a siete años de prisión o a pagar una multa que oscila entre los 5.000 o 10.000 dólares.