"Fue principalmente una decisión política de los países ricos. En EEUU nos dijeron que no teníamos más opción que entregar el 60% de nuestra producción al Gobierno estadounidense. No fue una decisión de Moderna, sino que de las autoridades de EEUU", dijo Bancel en respuesta a las críticas contra los fabricantes internacionales de vacunas por el apoyo insuficiente a los países en desarrollo con bajas tasas de vacunación.
Además, agregó que 70 millones de vacunas anticovid para los países africanos no han sido distribuidos hasta ahora por culpa del mecanismo COVAX o de los Gobiernos de algunos países.
En octubre pasado el especialista principal en la administración de EEUU para la lucha contra el coronavirus, David Kessler, advirtió a Moderna de que podría enfrentarse a medidas si no suministra suficiente cantidad de vacunas para el mecanismo COVAX.
El mecanismo COVAX, codirigido por la Organización Mundial de la Salud, la alianza de vacunas GAVI y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias, coopera con los productores de vacunas con el fin de asegurar un acceso equitativo a la inmunización contra el coronavirus.
Los términos del programa determinan que los países con altos ingresos sufragan las vacunas, subvencionando así a los países que no se lo puedan permitir. Se prevé que en el marco de COVAX se vacune al 20% de la población de los 92 países más pobres.