"Japón ha enviado a Etiopía expertos del Ministerio de Exteriores y el de Defensa para evaluar la situación y recoger información. Se mantienen las operaciones de vuelos comerciales en la actualidad, así que llamamos a los ciudadanos japoneses a abandonar ese país", dijo Hayashi a los periodistas.
El canciller agregó, sin embargo, que "no hay constancia de que nacionales de Japón hayan sufrido daños físicos en Etiopía hasta la fecha".
El 2 de noviembre, el Gobierno de Etiopía declaró el estado de emergencia en todo el territorio nacional ante el avance de los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FLPT).
La medida fue decretada luego de que los combatientes del FLPT, a los que Adis Abeba califica de terroristas, extendieran su control a las ciudades de Dese (Dessie) y Kombolcha, en la región de Amhara.