La diosa en toples representa a Argimpasa, una deidad asociada con la fertilidad humana y animal.
Así lo señalan los arqueólogos que hallaron la placa que data entre el 900 a. C. y el 200 a. C., donde se ve a la diosa rodeada de criaturas míticas, que habrían pertenecido a la cultura de un pueblo llamado escitas que floreció hace miles de años en la región.
La placa de plata con la diosa Argimpasa en toples
Los escitas eran seminómadas y destacaban por ser excelentes guerreros, ya que se desplegaban rápidamente en el campo de batalla, además tenían una gran habilidad para trabajar el oro.
El antiguo cementerio donde se encontró la placa contiene 19 túmulos funerarios y la placa fue hallada dentro de un montículo que había sido parcialmente robado en la antigüedad. La placa se encontraba cerca de los restos óseos de un hombre que tenía entre 40 y 49 años cuando murió.
El hallazgo de la placa de plata milenaria durante las excavaciones
Junto a la placa se hallaron otros artefactos como colgantes escitas hechos de hueso, placas de bronce decoradas con lobos, una copa, una jarra y una mandíbula de oso, lo que según los arqueólogos podría ser la evidencia de que en aquellas épocas existía un culto al oso en el área.
La placa de plata con la diosa en toples rodeada de grifos alados con cabeza de águila y otras criaturas con patas mide 34,7 centímetros de largo y 7,5 centímetros de ancho.
Los investigadores creen que la placa podría haber servido como un bien de entierro para el hombre que hallaron cerca de ella, aunque aún se están llevando a cabo el estudio e interpretación de este hallazgo tan inusual.