El proyecto LCRD fue puesto en marcha por la NASA para mostrar las capacidades de las comunicaciones ópticas como alternativa a la comunicación por radiofrecuencias, que se ha utilizado desde el inicio de la exploración espacial.
Utilizando láseres infrarrojos, LCRD enviará datos a la Tierra desde una órbita geosincrónica a 1,2 gigabits por segundo.
La luz infrarroja se produce en una frecuencia mucho más alta que las ondas de radio, lo que permite incluir más datos en cada transmisión.