Según informaciones del ayuntamiento de la ciudad y de la Defensa Civil recogidas por el portal G1, más de 500 familias (alrededor de 2.000 personas) están desalojadas, lo que corresponde a casi el 25% de sus habitantes, ya que la localidad tiene menos de 9.000 vecinos.
Los ríos de la región se desbordaron inundando prácticamente toda la localidad y se rompieron los puentes que la conectan con la región.
Según la prensa local, incluso el alcalde, Arivaldo Costa, quedó aislado y permanece en un lugar de difícil acceso.